Only murders in the building: A Steve Martin Short Girl Comedy

Charles Hayden-Savage (Steve Martin) es un actor que tuvo su cuarto de hora décadas atrás encarnando un detective de ficción que el público recuerda (más o menos) con cierto cariño, pero que no ha vuelto a dar golpe. Oliver Putnam (Martin Short) es un excéntrico director de teatro cuyos éxitos en Brodway han quedado muy en el pasado y hoy en día sobrevive a duras penas. Ambos están en sus setenta y aunque viven en el mismo edificio, apenas si se han cruzado alguna vez. Una tarde como tantas, coinciden en el ascensor con Mabel Mora (Selena Gomez), que está remodelando el departamento de su tía. Esa misma tarde, durante un simulacro de incendio, se produce la muerte de Tim Kono (Julian Cihi) de otro de los habitantes del Arconia, el exclusivo edificio en el que todos ellos viven y a quién también vieron en el mismo ascensor. A partir de esa coincidencia, Charles, Oliver y Mabel descubren que comparten la afición por los crímenes reales y son seguidores del mismo podcast, por lo que deciden asociarse para investigar lo ocurrido y producir su propio programa para Internet.

LA SERIE DE SELENA GOMEZ

Así es como se conoce popularmente a Solo asesinatos en el edificio, pese a que de los tres protagónicos la cantante es la que menos «chapa» tiene y para sorpresa de nadie, la que hace gala de menos dotes actorales. Lo que sí sorprende es que la chica de Disney logre cierta química con sus compañeros, y como Steve Martin y Matin Short están más que cómodos en sus papeles, el resultado final termine siendo muy bueno. La forma en que las muy disímiles personalidades de sus personajes acaban por encajar e influenciarse mutuamente no es nada que no hayamos visto en miles de «Extrañas parejas» (o tríos) antes, pero no por eso resulta menos efectiva. Así, el solitario y casi antisocial Charles terminará por abrirse al mundo, el fracasado Oliver, que está en bancarrota, será quien consiga el financiamiento para su proyecto y la reservada Mabel terminará por trabar amistad con ambos. En el camino, iremos conociendo detalles del pasado de cada uno que nos ayudarán a comprenderlos.

Colabora mucho con esta química que mencionaba la presencia de unos cuantos secundarios notables. Por mencionar algunos, Sting aparece en un par de episodios, ya que supuestamente vive en el edificio e incluso el trío de improvisados investigadores llega a considerarlo como el sospechoso principal. Nathan Lane compone a un interesante Teddy Dimas, el dueño de Dima’s Chicken Wraps y viejo conocido de Oliver que pone el dinero para el podcast y Tina Fey es Cinda Canning, la exitosa responsable del podcast del cual los protagonistas son seguidores.

El desarrollo de la trama es algo errático. Primero tenemos que aceptar la más que improbable premisa de que tres completos desconocidos que comparten una pasión tan poco común como los podcast sobre crímenes reales vivan en el mismo edificio y se encuentren en el ascensor junto a una futura víctima, pero aún cuando superemos ese ligero escoyo (vamos, que es una serie después de todo) seremos testigos de una investigación interesante y divertida que desemboca en una resolución quizás un poco forzada pero que cierra el ciclo abierto en las escenas iniciales del primer episodio. Todo queda dispuesto para una segunda temporada que Hulu ha confirmado está en camino.

VALORACIÓN FINAL

Eso no significa que la serie no tenga cosas a su favor. Ya mencioné la buena química entre protagonistas y los secundarios interesantes, pero también hay un buen balance entre humor y policial y algunos auténticos logros, como el Episodio 7, que además de ser muy revelador, carece casi completamente de diálogos. El protagonista principal del mismo es sordo, pero aún en las partes en las que este no aparece, los guionistas optaron por reducir al mínimo las palabras, haciendo que los personajes se comuniquen por gestos o miradas.

Son apenas 10 entregas que se dejan ver con facilidad y si tuviera que calificarla con un puntaje, le daría un 7 holgado o quizás un reticente 8.