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Lupin: Deconstrucción de un ladrón
Netflix estrenó una producción francesa que recrea las aventuras de uno de los más famosos ladrones de guante blanco de la literatura y te contamos que esperar de ella.
Arsène Lupin «caballero y ladrón» es uno de los personajes más reconocidos de la literatura francesa, tanto en su tierra como en el mundo entero. Creado en 1905 por Maurice Leblanc, protagonizó unas 25 novelas «originales» y muchas otras continuaciones escritas por diversos autores. El ladrón de guante blanco y maestro del disfraz que a fuerza de ingenio y encanto siempre se sale con la suya, logrando burlar hasta al mismísimo Sherlock Holmes, fue adaptado al teatro, cine y televisión innumerables veces y aparece profusamente en videojuegos, comics y animaciones. No es fácil encontrarle una vuelta de tuerca a un personaje tan reconocido y versionado, pero este año, Netflix decidió correr el riesgo.
LADRÓN QUE ROBA A LADRÓN
La serie cuya primera parte, compuesta por escasos 5 episodios se estrenó a principios de este mes, lleva por título Lupin: a la sombra de Arsenio (Lupin, dans l’ombre d’Arsène) y se trata de toda una declaración de intensiones. El protagonista es Assane Diop (Omar Sy), francés de ascendencia senegalesa que ha visto su vida profundamente influida por las aventuras del ladrón galo. Cuando el era apenas un niño, su padre fue acusado de robar un collar invaluable en la mansión de Hubert Pellegrini (Hervé Pierre). Creyéndolo culpable, Assane ha intentado homenajearlo (y a Lupin) convirtiéndose él mismo en un criminal de alto vuelo capaz de engañar a quién sea. Su fructífera carrera delictiva le ha pasado factura en lo personal, dejando en el camino a una esposa (Ludivine Sagnier) y un hijo con los que mantiene una relación de «resignado compañerismo»: lo quieren y saben que es recíproco, pero también que no pueden contar con él. En el presente de la serie han pasado 25 años desde la desaparición del collar y cuando la pieza misteriosamente es recuperada por la familia Pellegrini, Assane ve una oportunidad para hacer cierto nivel de justicia poética… volviéndolo a robar.
Como la mayoría de las series o películas sobre ladrones habilidosos, Lupin requiere del espectador algo más que la tan mentada «suspensión de la incredulidad». Las situaciones de las que el héroe logra zafar y la forma en la que se desenvuelve son muchas veces poco creíbles, por decir poco. Sin embargo, una vez que aceptamos esto, podemos sentarnos a disfrutar de unas cuantas horas de entretenimiento, con una buena historia y la necesaria dosis de sorpresas como para mantenernos interesados.
Los personajes están bien delineados y el buen nivel general de las actuaciones ayuda a que nos encariñemos con los buenos y detestemos a los malos. Eso no significa que no haya margen para que algunos de ellos se muevan en una zona moral bastante gris, lo que ayuda a humanizarlos.
FINAL ABIERTÍSIMO
Desde un principio, Netflix dijo que esta serie estaría compuesta por diez episodios a estrenarse en dos tandas, por lo que no sorprende que el final de la primera parte sea completamente abierto. Con respecto a si habrá o no otra temporada una vez que se completen ambas entregas, es pronto para afirmarlo, pero a juzgar por la muy buena recepción que ha tenido la serie hasta el momento, creo que es más que posible. Y también deseable.
