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Tim Robins, Jack Black y el fin del mundo ¿Qué podría salir mal?
Parece que este año, las comedias están decididas a invadir terrenos normalmente destinados a los dramas y hoy Jota se ocupa de The Brink.
Parece que este año, las comedias están decididas a invadir terrenos normalmente destinados a los dramas. Ya comentamos el caso de Last man on Earth y hoy nos toca ocuparnos de The Brink. Cada cual a su manera discurren por senderos poco o nada explorados por las series humorísticas.
Modern Warfrare
El secretario de estado Walter Hollander (Tim Robins) es un alcohólico adicto a las prostitutas. Alec Talbot (Jack Black) es un funcionario de (muy) bajo nivel de la embajada norteamericana en Islamabad que intenta infructuosamente trepar en el escalafón. El teniente comandante Zeke “Z-Pak” Tilson (Pablo Schreiber) tiene que lidiar con peores problemas: ha dejado embarazada a la Teniente Gail Sweet (Jaimie Alexander), lo que amenaza las posibilidades de reconciliación con su ex esposa Ashley (Mary Faber); esto no sería tan grave si no fuera Ashley la encargada de hacerle llegar los estimulantes que Z-Pak vende al resto de los pilotos del portaaviones en el que está destinado, en algún lugar del Mar Rojo.
Las vidas de estos tres “prohombres” se entrelazan al desatarse un conflicto en Medio Oriente. El gobierno Sirio ha sido derrocado y el nuevo mandamás es un loco (no es un eufemismo, ha sido declarado clínicamente demente) que amenaza con lanzar misiles sobre Tel Aviv. Walter se enfrentará al resto del gabinete, principalmente al Secretario de Defesa Pierce Gray (Geoff Pierson) para convencer al Presidente de encontrar una solución que preferentemente no desemboque en la Tercera Guerra Mundial. Para ello contará con la ayuda de Alec, que casualmente se encontraba fuera de la embajada al producirse el golpe porque había salido en una limosina oficial a comprar marihuana.
Partiendo de esta base, los hermanos Roberto Benabib y Kim Benabib (showrunners de la serie) crean una comedia que se toma casi todo a broma, pero retrata la situación política muy seriamente. Construyen una hipótesis de conflicto creíble y logran que nos riamos ante la idea de que, básicamente el mundo está en manos de psicópatas capaces de apretar el metafórico “botón rojo” solo para demostrar quién la tiene más grande. En algún sentido The Brink, que dicho sea de paso significa “el borde” (del precipicio, del desastre, de la guerra) es la respuesta en clave de humor negro a House of cards. Y como crítica política resulta, paradójicamente, más creíble que el tanque de Netflix.
¿Y ahora qué?
Desde un principio la idea era que la serie tratara una crisis geopolítica distinta en cada una de sus temporadas, manteniendo los mismos protagonistas. Pese a la dispar recepción entre la crítica y el público, HBO ha confirmado al menos una emisión mas, que iniciaría en algún momento del 2016.No hay más precisiones al respecto, así que será cuestión de esperar para ver como el mundo vuelve a estar en riesgo y estos antihéroes lo salvan una vez más.
