Reseña de “El diablo a todas horas” (The Devil All the Time, 2020)

De más está decir que el 2020 fue un año difícil en varios aspectos, pero uno de los sectores más golpeados fue el cine. No obstante, tenemos la posibilidad de seguir disfrutando de algún que otro título decente y en este caso, la película “The Devil All The Time”, está entre ellos. La plataforma de streaming nos trae un producto que, si bien nos tienta con un nombre que podría ser de una película de terror, es por el contrario un disfrute psicológico. Es un drama narrado de una manera exquisita y está basada en la novela homónima del escritor Donald Ray Pollock, publicada en 2011.

Detrás de cámaras encontramos al director Antonio Campos (“Christine”, 2016) quien en sus proyectos anteriores ya dejaba plasmada una cierta oscuridad que supo potenciar en esta película. El elenco cuenta con caras muy conocidas como, por ejemplo: Tom Holland, Robert Pattinson, Bill Skarsgård, Sebastian Stan, Eliza Scanlen y Mia Wasikowska (decime si no hay talento ahí). Definitivamente este sería el primer punto a destacar del film ya que todas las actuaciones son llevadas a cabo de una manera estupenda, aun en los papeles más pequeños. Sin ir más lejos, logra que Holland abandone por un momento el traje de Spider-Man y nos muestre una faceta distinta, así mismo con Pattinson que tanto dio que hablar últimamente.

La tarea difícil llega en este punto, ya que dar una sinopsis puede ser jugar en los límites del spoiler y es justamente descubrir la trama una de las perlas más disfrutables de este film (si te enganchó de entrada). Hay que aclarar que, en un inicio puede demandar un mayor esfuerzo entender cómo se van presentando las historias en la pantalla, es un vaivén en el tiempo (medio que te marea vite), que al principio nos dificulta entender cómo se relacionan entre si estas historias y de qué manera van hilvanando la trama que finalmente, nos lleva a seguir los pasos del joven Arvin.

Luego que el foco encuentra su centro, el ritmo es muy bueno y nos sumerge de una manera acorde en la historia, en donde también somos guiados por la voz en off de un narrador, que no es más ni menos que el propio Pollock. Esto le da un punto más a favor ya que la atmosfera es la ideal, preparándonos para momentos donde la sangre abunda, la tensión está marcada y no se escatima violencia. El personaje principal lleva una carga emocional profunda que arrastra desde su niñez y que en cierta forma lo condiciona en la adolescencia y determinara su futuro. Una sucesión de acciones hace que nos topemos con corrupción, abusos y asesinos seriales. Tremendo combo.

Otro punto que suma es a nivel visual, todo está como debe ser. Recorremos durante 138 minutos los paisajes de Knockemstiff (Ohio) y a su vez poniéndonos en un contexto histórico de finales Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam (muchos traumas derivados de tanta violencia) que influye en la elaboración de este drama.

Algunas voces aseguran que la película no llega a hacerle justicia a la novela original, lo cual no puedo asegurar, pero en contrapartida cabe destacar que es una obra que se sustenta muy bien por si sola. En caso de poder superar los primeros minutos en donde se acomodan los tantos, el resto es garantía de calidad. Así que a pesar de tanta mufa y que extrañamos ir al cine, podemos decir que no todo está perdido y aun podemos disfrutar de buenas producciones, aunque sea momentáneamente, desde el sillón de casa.