Buscanos en las redes sociales

Central Mutante ::.

La trêve: un policial que no da tregua

Series

La trêve: un policial que no da tregua

Netflix continúa trayéndonos joyas del thriller europeo y esta vez, le toca el turno a Bélgica, con una serie que recuerda bastante a Tabula Rasa.

El inspector Yoann Peeters (Yoann Blanc) deja Bruselas tras la muerte de su esposa y regresa, junto a su hija adolescente Camille (Sophie Breyer) a su pueblo natal, Heiderfeld. Apenas ha tenido tiempo de acomodarse cuando su colega, Sébastian Drummer (Guillaume Kerbush) le pide que lo acompañe a ver un cadáver. Se trata del cuerpo de Driss Assani (Jérémy Zagba), un joven africano que llevaba un tiempo en el pueblo, jugando al futbol para el equipo local. Yoann se pone al frente de la investigación y en el trascurso de la misma expone todos los trapos sucios del pueblo.

PESADILLA EN NOIR

La trama se mueve en dos secuencias temporales paralelas. En el presente de la serie, Peeters está recluido en lo que parece ser una clínica en donde es entrevistado por una psiquiatra (Jasmina Douieb) en relación a un violento incidente del cual el policía inicialmente no recuerda nada, pero cuyos detalles nos serán revelados a medida que se descorra el velo de su memoria.

La otra línea temporal sigue la investigación de la muerte de Driss. Inicialmente catalogada como suicidio, pronto queda en evidencia que se trata de un crimen violento. Aunque el jefe de policía local Lucien Rabet (Vincent Grass) parece desesperado por hallar un culpable (cualquier culpable) Peeters no se deja convencer y tira impiadosamente del hilo que desentrañará la madeja de oscuridad que envuelve al pueblo. Desde Incesto y orgías sadomasoquistas hasta partidos de fútbol arreglados y tráfico de drogas, cada nueva pista desnuda el alma corrupta de un pueblo que solo es tranquilo en la superficie. A todo esto se le suma la construcción de una represa que implica el desalojo a como dé lugar de los vecinos cuyos terrenos se verán afectados. Los guionistas manejan muy bien todos estos frentes paralelos, entroncándolos en la historia principal de manera fluida y natural.

Lo onírico tiene mucho peso en la serie. Cada uno de los diez episodios de poco menos de una hora en que se divide comienzan con un sueño o pesadilla de alguno de los personajes. El mismo protagonista por momentos parece entrar y salir de la realidad, oprimido por el peso de su pasado, cargando con la culpa de un operativo policial fallido que costó la vida de varios policías. La atmósfera es por momentos agobiante, como corresponde a todo film noir que se precie.

Como muchas veces pasa, el punto mas flojo de la trama es la resolución del caso. Una vez revelados en su totalidad los eventos de la noche del crimen es posible que les resulten como mínimo, difíciles de creer. Punto en contra que lamentablemente estamos acostumbrados a tener que soslayar en la mayoría de este tipo de series.

SEGUNDAS PARTES…

Hoy por hoy, es raro que una miniserie exitosa se quede en «mini» y resista a la tentación de «ampliar la historia» con una nueva temporada. La tregua no es la excepción y este año se estaría estrenando su segunda parte (al menos en aire, seguramente demore un poco mas en llegar a Netflix). Esta vez, la acción se traslada a la localidad de Musso, también Las Ardenas. La psiquiatra que se ocupó de Yoann Peeters, tiene un nuevo paciente: Dany Bastin, un hombre de 27 años que acaba de salir de prisión. Dany es acusado de un nuevo asesinato, el de Astrid Du Tilleul, una dama de alta sociedad para la que trabajó como jardinero. Convencido de su inocencia, la doctora le pide a Yoann Peeters que lo ayude. Pero este se muestra reacio. Ya no es policía, y se prometió a sí mismo no volver a investigar nunca más.

Mentiría si dijera que, por una vez, estoy ansioso de ver una segunda parte… ya les contaré si mi ansiedad se ve recompensada.

#Culturanerd - Periodismo de corte fantástico

1 Comentario

Más en Series

Trending

CM! PODCAST

To Top

Desarrollado por Central Mutante