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Luke Cage Segunda Temporada: Extraños compañeros de cama
El Héroe de Harlem está de regreso y nuestro «power man» blanco y de cabotaje lo vio, lo pensó y lo escribió.
«La política crea extraños compañeros de cama» es una frase que se atribuye a personajes tan disimiles como Winston Churchil, Henry Kissinger y hasta Groucho Marx. Lo cierto es que esta frase puede aplicarse tranquilamente a la serie que estamos comentando.
La segunda temporada de Luke Cage inicia, al igual que lo hizo la de Jessica Jones, tras los hechos de The Defenders. Desde el vamos hay muchas referencias a lo ocurrido, particularmente a Industrias Rand, preparando el terreno para la (no es spoiler, todos sabíamos que iba a ocurrir) aparición de Iron Fist. Mientras Luke (Mike Colter) lidia con su ira y su fama por partes iguales, Misty Knight (Simone Missick), intenta adaptarse tanto a su discapacidad (recordemos que perdió una mano en The Defenders) como al hecho de que su compañero, Rafael Scarfe (Frank Whaley), haya sido un detective corrupto y todas sus investigaciones estén en entredicho. Ambos actuarán la mayoría de las veces en conjunto y con la ocasional colaboración de Colleen Wing (Jessica Henwick) y Danny Rand (Finn Jones). Por su parte, Mariah Stokes Dillard (Alfre Woodard) y Hernan Enrique Salazar «Shades» Alvarez (Theo Rossi) intentan afianzar su poder y resolver las diferencias internas que amenazan su relación tanto sentimental como de negocios. Ambos personajes han crecido mucho de una temporada a la otra, especialmente Shades, al que en esta entrega le darán un protagonismo y un peso emotivo muy superior, develando facetas acaso insospechadas del personaje. Pero el malo maloso (que no lo es tanto) es un alguien nuevo: el jamaiquino John «Bushmaster» McIver (Mustafa Shakir). Bushmaster es un villano muy logrado, tan interesante como el malhado Cottonmouth (Mahershala Ali) y para mi gusto muy superior a Diamondback (Erik LaRay Harvey). Por un lado, posee una fuerza y resistencia iguales o mayores que las de Luke, lo que lo convierte en un digno oponente. Por el otro, se encuentra sumido en una cruzada personal para destruir a la familia Stokes, lo que puede granjearle las simpatías del público, más allá de sus métodos.
Lo que hace más interesante a esta temporada y explica el título de esta nota es que entre estos tres grupos se crearán y destruirán alianzas constantemente. Entre otras muchas permutaciones, veremos a Misty enfrentarse a Luke, mientras que este protege a Mariah del ataque de Bushmaster, para luego acabar peleando codo a codo con el jamaiquino. Puede sonar confuso, pero les aseguro que resulta convincente.
LA PLUMA ES AL MENOS TAN PODEROSA COMO LA ESPADA
Luke Cage no es ni por lejos mi personaje favorito en el MCU, pero está varios puntos por encima del único al que realmente detesto: Iron Fist. Su serie en solitario me pareció la peor de todas las de Marvel/Netflix y su participación en Defenders no sirvió precisamente para que le tomara mas cariño. Sin embargo, tengo que decir que se lleva bien con el Héroe de Harlem, al menos cuando solo aparece en un par de episodios, como es el caso.
A partir de la segunda entrega de Jessica Jones, vimos que se le podía imprimir a este tipo de series un estilo narrativo distinto, en el que las motivaciones y los sentimientos de los personajes son tan importantes como la acción. En ese aspecto, no podremos quejarnos. La forma en que se desarrolla la relación de Luke con Claire Temple (Rosario Dowson), las conversaciones entre Mariah y su hija, Tilda (Gabrielle Dennis), los discursos de Bushmaster… diálogos en los que se mezcla la problemática general de la comunidad negra en los Estados Unidos con el sentir de los personajes. Generalidad y especificidad, empoderamiento y venganza, todo está presente en esas líneas y por sobre todas las cosas… el poder incontestable del dinero.
Hay referencias al comic, claro está, y un guiño sorprendente: por primera vez se hace mención de algo que podría estar relacionado con una serie del MCU que no pertenece a Netflix. Con respecto al comic, D. W. Griffith (Jeremiah Craft), el fan número uno de Luke, lo llama varias veces Power Man. Mas adelante, Piranha (Chaz Lamar Shepherd) le dice «yo te contraté, eres mi Héroe de Alquiler». Originalmente, el comic del Héroe de Harlem se llamaba Luke Cage, Hero for Hire (Luke Cage, Héroe en Alquiler), aunque el título cambió a Luke Cage, Power Man a partir del número 17. La referencia «externa» a Netflix se da en una conversación entre Misty Knigth y Nandi Tyler (Antonique Smith). Tyler le dice a Misty: «El inspector West llamó. Callahan está en Maui, y O’Reilly se mudó a Nueva Orleans […]». ¿Quién es O’Reilly? Podría tratarse de la detective Brigid O’Reilly (Emma Lahana), de Cloak & Dagger (2018 – ), serie de Freeform que transcurre precisamente en Nueva Orleans.
La música sigue siendo un protagonista más y quién quiera descubrir talentos del jazz, blues, reggae o rap se encontrará con mas de una agradable sorpresa.
BUENOS PRESAGIOS
En definitiva, esta segunda temporada de Luke Cage me ha parecido muy prometedora. Parece que sus creadores han encontrado el camino para darle una personalidad propia y una calidad que esté a la altura de otras de sus series hermanas. La evolución del personaje principal y de algunos de los secundarios (sobre todo Shades) ha tenido mucho que ver con ello. No tenía mucha fe en esta temporada, pero ahora espero ansioso la tercera.
