Humo y Espejos: el regreso de Black Mirror

El 4 de diciembre de 2011, la cadena británica Channel 4 emitía el primer episodio de una serie antológica de ciencia ficción titulada Black Mirror. La misma se presentaba como una advertencia sobre los peligros de la tecnología, donde cada capítulo representaba una historia unitaria, generalmente  de corte distópico. Fieles al estilo inglés, constó de apenas 6 episodios de una hora, separados en dos temporadas y un «especial de navidad» de dos horas de duración.

La calidad de las entregas es muy pareja. Como su título lo indica, los argumentos reflejan nuestra realidad en este espejo negro que incomoda y atrapa al espectador. Cuando el 16 de diciembre de 2014 se emitió el último episodio, nos dejó a todos con ganas de más. Así que en cuanto Netflix decidió hacerse cargo de producir una nueva temporada, manteniendo el mismo equipo creativo, las esperanzas fueron muchas. Personalmente me asustó un poco saber que se trataría de doce capítulos: en estos casos la cantidad suele ir en desmedro de la calidad.

El viernes 21 de octubre se estrenó la primera tanda de seis episodios. El resto estará disponible el año próximo y por lo que parece se considerará no como una segunda parte, sino como la Temporada Cuatro. La diferencia no es menor, porque puede influir en el tiempo que tengamos que esperar su regreso. A continuación haré un repaso de cada entrega, tratando de no spoilearlos demasiado.

CAPÍTULO 1: NOSEDIVE

En una sociedad en la que cada interacción con otro ser humano ofrece la oportunidad de puntuarlo con un sistema de estrellas, la popularidad de una persona define no solo su estatus social, sino sus posibilidades laborales e incluso su estado legal. Es un mundo de falsas sonrisas y desesperada necesidad de aprobación, en la que agradar es una tarea de tiempo completo y parecer feliz es la meta de muchas vidas. Una extensión aterradoramente lógica de los perfiles de facebook construidos para aparentar vidas ideales mientras se bracea desesperadamente en las profundidades de la miseria humana.

Bryce Dallas Howard (La Dama del Agua, La Aldea, Jurassic World) y Alice Eve (Star Trek: En la oscuridad, Hombres de negro 3) son dos viejas conocidas, una de ellas popular y la otra lo suficientemente desesperada por formar parte de ese mundo exclusivo como para hacer cualquier cosa para lograrlo. Por temática y calidad está a la altura de las temporadas previas y constituye un digno comienzo.

CAPÍTULO 2: PLAYTEST

Un mochilero con algunos asuntos familiares pendientes se ve empujado por necesidades económicas a participar de un ensayo en el que probará un juego de terror basado en realidad aumentada. Dinero fácil… o no tanto. Todos los lugares comunes que se les ocurran se unen en esta historia cuyo principal defecto es el final. Pareciera que el autor se encontró con un argumento que no sabía cómo redondear, así que optó por bombardear al espectador con múltiples opciones y dejar que sea él quien decida.

Wyatt Russell (Comando especial 2, Cowboys & Aliens) imprime a su personaje un toque humorístico que lo hace muy humano, pero no alcanza para salvar un episodio que está muy lejos del promedio de calidad esperado.

CAPÍTULO 3: SHUT UP AND DANCE

La única entrega que logra tenernos al borde del asiento, cuando un adolescente es forzado por desconocidos a realizar una serie de tareas progresivamente peligrosas, bajo amenaza de revelar un video comprometedor. Lo que aparenta ser un alegato sobre el cyberbulling y la inseguridad en Internet, se convierte en mucho más. La trama avanza hacia un desenlace que nos obliga a replantearnos todo el episodio bajo una luz distinta.

Alex Lawther (El código enigma, Departure) es el joven protagonista y su actuación está a la altura del Norman Bates de Freddie Highmore en Bates Motel, por citar a un actor joven cuyo trabajo realmente admiro. Jerome Flynn (Bronn en Juego de Tronos) acompaña más que decentemente. Un capítulo excelente, que destacaría aún en las temporadas anteriores.

CAPÍTULO 4: SAN JUNÍPERO

Esta agridulce historia de amor entre dos mujeres de personalidades muy dispares es muy difícil de resumir sin spoilear. Solo voy a decirles que toca temas tan espinosos como el derecho a la muerte, la vida después de la muerte y conceptos tan complejos como la realidad o la esencia de la personalidad humana. ¿Qué es lo que nos hace ser nosotros mismos? Esa es la principal pregunta detrás de este melancólico episodio.

Gugu Mbatha-Raw (Jupiter Ascending, The Whole Truth) y Mackenzie Davis (¿Sólo amigos?, El marciano) son dos turistas en el pueblo de San Junípero, un lugar de perpetua diversión. Juntas descubrirán el auténtico significado de palabras como «amor», «amistad» y «sacrificio». Si bien la temática no es nada que no hayamos visto antes, está bien tratada y el episodio es un buen episodio.

CAPÍTULO 5: MEN AGAINST FIRE

Una historia de guerra futura y nuevamente, difícil de resumir correctamente sin descubrir parte del argumento. Lo único que voy a decirles es que las guerras se pelean antes que nada en la mente de los soldados.

Charlie Brooker (Kajaki, Raíces) es la más reciente incorporación de un escuadrón encargado de proteger a la población de peligrosas criaturas apodadas«cucarachas». En el transcurso de una misión, descubrirá la horrible verdad. Michael Kelly (Doug Stamper en House of cards) es el psicólogo del ejército. Estamos ante otro capítulo que roza temas profundos: la eugenesia, la discriminación, el grado de responsabilidad que los medios de comunicación y la población civil tienen en una guerra; aunque en una forma más bien previsible que no logrará sorprender al espectador con algo de experiencia en el género.

CAPÍTULO 6: HATED IN THE NATION

Nuevamente aparece el tema del cyberbulling, visto desde una óptica distinta. Alguien descubre la manera de asesinar a cualquiera en una forma prácticamente imposible de evitar y decide permitir que la víctima sea elegida por votación en las redes sociales a través del hashtag #muertea. Pero un gran poder…

Kelly Macdonald (Trainspotting, Sin lugar para los débiles) y Faye Marsay (la encargada de atormentar a Arya Stark en la Casa de Blanco y Negro de Juego de tronos) son las detectives a cargo de la investigación e irán desentrañando la madeja. Aunque los giros de la trama se ven venir de lejos, el capítulo en sí no es tan malo. Por algún motivo se le otorgó una duración de hora y media y buena parte de ese tiempo extra… realmente está de más. Un cierre acorde a la pobreza general de la temporada.

CONCLUSIÓN

Definitivamente, esta continuación no está a la altura de la serie original. Insisto en que la decisión de hacer seis episodios tiene que haber influido en ello. Es muy probable que si hubieran hecho solo tres capítulos, tal vez hubieran logrado una calidad superior. Nunca lo sabremos. Aún quedan otras seis entregas por ver, pero mis esperanzas están muy menguadas. Ojalá me equivoque y hayan dejado todo lo bueno para esa segunda etapa, porque por lo que vi hasta el momento, Black Mirror pasó de ser una de las mejores y más estremecedoras producciones de los últimos tiempos a una serie del montón, con un par de capítulos decentes, un par de relleno y un par realmente buenos. Un promedio muy bajo para una de las series más esperadas de este 2016.