Previamente serializada en formato digital desde la revista web Dynamo, hacia Julio del año pasado llegó al papel una colaboración largamente esperada, entre dos grandes creadores de nuestra historieta, el prolífico guionista uruguayo Rodolfo Santullo (México, D.F. 1979) y el notable dibujante Carlos Barocelli (Rosario, 1967). La novela gráfica lleva por título El pasajero del U-977 y fue editada por Pictus Editorial en un cuidado volumen de 88 páginas a color, formato 24×17 cms. que contó con presentación en la edición 2024 de Crack Bang Boom. El tomo incluye a modo de material extra, interesantes bocetos de maquinaria y personajes.

HOMBRES DE HONOR
La trama toma como punto de partida un suceso histórico verídico acaecido en el siglo pasado, sobre el final de la Segunda Guerra Mundial. El 17 de Agosto de 1945 y luego de sesenta y seis días sin emerger, el submarino de guerra del título, perteneciente a la temible flota alemana, presenta capitulación en la base naval de Mar Del Plata, República Argentina. El aporte ficcional es que la nave arriba con gran parte de la tripulación diezmada en circunstancias por demás extrañas, siendo solo su capitán, el comandante Schäffer, quien conoce la verdad sobre lo sucedido con sus subordinados durante aquella trágica travesía. Previa rendición al capitán Villanueva, jefe de Inteligencia Naval de la marina de guerra, éste accede a contar su versión de los hechos, en un extenso flashback que constituirá el grueso del relato (de 82 páginas).
Desobedeciendo órdenes directas del almirantazgo nazi, que recomendaban entregarse ante la nación aliada más próxima, el 27 de Mayo la dotación de marinos decidió, desde las aguas del mismísimo Mar del Norte, poner rumbo al sur del continente americano, esperando una mayor indulgencia por parte de las autoridades locales al momento de rendirse. Con el grupo viajaba el misterioso señor Kinsch, agente de las Waffen S.S. con agenda propia, quién había solicitado expresamente a Schäffer no emerger en ninguna instancia de la travesía. El trayecto se complicaría sobremanera, tanto por la férrea persecución de un acorazado inglés que pareció ignorar denodadamente el cese al fuego, como por las sucesivas desapariciones de los hombres a bordo. Ambas circunstancias podrían estar conectadas entre sí, incluso.

MAREA ROJA
El cruce de géneros desde una perspectiva histórica es una variante que no resulta ajena a ninguno de los creadores involucrados en esta historieta. En el caso de Santullo, comprobable solo con recorrer las páginas de ‘Sueltos’, Gcomics, 2024 (por mencionar un antecedente reciente); camino también transitado por Barocelli en La Casta Brasov, interesante miniserie escrita por el rosarino Víctor Gaite que fuera parcialmente publicada hacia 2008 en ‘Pandemonium’, antología del efímero pero recordado Thalos Editorial. Esta vez con la Primera Gran Guerra como telón de fondo, y una familia de vampiros acechando en las trincheras del viejo continente, trabajo digno de un buen rescate editorial.
Volviendo al libro que nos ocupa, en lo que respecta a la faz argumental, lo principal a destacar es el preciso manejo de la tensión en las diferentes instancias del relato. Los hechos se suceden sin prisa pero sin pausa, en un constante crescendo que termina por decantar casi naturalmente hacia el conflicto central: la idea del mal como concepto en sí mismo, con todo lo irracional que ello implica (yendo mucho más allá de la contienda bélica que lo inicia). Hay, asimismo, una buena construcción de personajes, mediada por los diálogos y determinaciones tomadas frente a las diversas situaciones que estos hombres deberán enfrentar. El final, algo abierto, elección frecuentemente transitada por el escriba, en esta oportunidad funciona de maravilla.

Por el lado del apartado artístico, la obra cuenta con una solidez gráfica apabullante. Trabajando principalmente con acuarelas, pero mixturando otras técnicas en el proceso (desde acrílicos hasta el difumino), el talentoso artista rosarino logra imprimirle al relato una identidad visual única y distintiva, tamizada por un eficiente uso del Photoshop. Hay aquí sutilezas varias. De forma, pero también de estilo, con el manejo del color, por ejemplo, para enfatizar los diversos momentos del periplo propuesto desde el guión. De igual manera y con similar contundencia, son plasmados los cada vez más ominosos climas que se suceden ante la certeza de que un peligro sobrenatural acecha al interior del navío.
La factura técnica del libro, parte de la ya longeva colección Factor Fantasía, es impecable, solo podríamos objetarle (puestos a hilar fino) la falta de un prólogo. Por lo demás, estamos frente a una más que recomendable opción, ideal para los/as amantes del género bélico y/o terror. Material que se ubica cómodamente entre lo mejor que se publicó en nuestro mercado el año pasado. No por nada ya cuenta con sendas ediciones en distintos países de Europa.