“De como sobreviví a mí mismo”.

Si algo nos dejó la extinta (¿sí? ¿No?) pandemia de COVID-19 fue cumplir ese sueño de tener el tiempo para estar en nuestros hogares y dedicarlo a ese anhelo que por años calificábamos como “eso que voy a hacer cuando tenga tiempo“. Por supuesto que con el pasar de los días de encierro lo dejábamos sin hacer para seguir dedicándonos a aquello mismo que hacíamos antes de la pandemia: mirar películas, leer libros, pavear con el celular y seguir pateando esos proyectos hasta la próxima pandemia, momento en que sí, dedicaríamos nuestra energía en hacerlo.

Pero hay gente que no se limitó a mirar el catálogo de Netflix una y otra vez o a contratar nuevos servicios de streaming para llevar las horas. No, hubo gente que inflo el pecho, afilo la prosa y se puso a trabajar al minuto que termino el anuncio oficial de una cuarentena. Tal vez inspirado en los aires de encierro europeos que respondían con arte ante la medida sanitaria, o simplemente para darle al público lo que pedía, Ernán Cirianni comienza la publicación de una tira diaria sobre la pandemia que tiempo después, terminada (olvidada) la susodicha emergencia es publicada en papel por Loco Rabia.

Hay un gran acierto de Cirianni en no enfocar la tira en el virus y las consecuencias obvias de como afecto nuestra vida diaria. El autor se dedica a retratar el encierro con su propio ser, acompañado por su gata, luchando contra sus pensamientos sobre la actualidad, el futuro, su ideología marxista en un mundo capitalista y un hijo consumista, su necesidad de explorar el mundo exterior, pero sin relacionarse con seres humanos, entre un largo etcétera a los que nos tiene acostumbrados el autor y que le permite no hacer una tira ideológicamente estática.

Aunque estemos ante un libro producto del virus, no está dedicado exclusivamente a esto, apenas tendremos alguna que otra mención a lo que estaba pasando en el mundo mientras se dibujaban estás páginas. Pocas veces se utiliza el recurso de una noticia o novedad reales, y las veces que lo hace solo son usadas como disparador para seguir con el mismo tono que nos propone desde el minuto 1. El autor aprovecha la situación para ir para otro lado, para retratar su locura, el “no puede ni con él mismo, su filosofía de hombre maduro con ideología adolescente golpeado por los años de vivir la vida, es decir todo lo caótico, idiosincrasia, su verborragia y todo ese delirio satírico que sabemos que vamos a leer cuando nos acercamos a su obra.

“La Pandemia de mi Vida” es un libro muy ameno, de lectura rápida y atrapante sobre cómo vivir el encierro con uno mismo y no morir en el intento.

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