Cortito y al pie

Comic.ar lo hizo de nuevo. Así como en 2009, cuando Tomás Coggiola pateó el tablero con la salida al ruedo de aquel recordado periódico de historietas -luego devenido en revista- que terminaría por darle nombre a la editorial que dirige desde 2013, este año volvió a innovar desde la presentación. En un mercado editorial reducido como el nuestro, donde se impuso -por derecho propio y desde hace décadas- el formato libro completo, la flamante Colección Cortos ofrece diversos contenidos historietísticos editados en revistas, grapas o comics books. De aparición periódica y precio tentador, cada una de estas entregas cuenta con 32 páginas, B/N, impresas en 24×17 Cms.

La primera ronda de lanzamientos incluyó ‘Magia’, aventura de Silvestre Szilágyi y ´Tangos y otros crímenes’, humor gráfico e historietas en la misma tónica experimental, de Mario Rulloni y Pablo Zweig. La segunda, más reciente, trajo ‘Machine Asimov: Episodio 1’, ciencia ficción pochoclera de Nicolás Brondo y el drama fantástico que nos ocupa, firmado por Rafael Curci, en guión, y el propio Coggiola, haciéndose cargo de los lápices.

ENTERO O A PEDAZOS

‘El colmillo de Moyra’ es el título de la primera parte de un relato de largo aliento, que totalizará cuatro capítulos. La historia se inicia en la Buenos Aires contemporánea, presente propuesto que encuentra al protagonista trabajando como servicio de limpieza en el Museo del Bicentenario. Por motivos reservados, ‘El manco’, apodo no del todo preciso al que igual responde, busca pasar desapercibido en el ámbito laboral, manteniendo un perfil bajo. Cuando termina sus labores, suele dedicar tiempo a catalogar las distintas piezas arqueológicas que atesora en su colección privada. Precisamente, una de ellas disparará el grueso de la trama que, a modo de flashback, tiene lugar en Noruega durante las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.

Hacia allí se dirigió durante el invierno de 1946, El Doctor, verdadera identidad del enigmático y calvo personaje, a quien parece no pasarle el tiempo, ya que luce en la actualidad como entonces. El viaje se inscribe en un enfrentamiento de larga data con una peligrosa cofradía de vampiros, asentada en un gran castillo ubicado sobre la región montañosa de Los Cárpatos. Enterado de la presencia del enemigo en una aldea próxima, el anciano Ordeck (uno de los líderes del grupo de bebedores de sangre) enviará a su perversa hija Moyra para intentar demorar la inconveniente visita lo más que se pueda. En el medio, se develarán fragmentos de un oscuro pasado que los vincula. Exponiendo, además, buena parte de la motivación que impulsa su cruzada.

CORAZÓN FUGITIVO

Tal como menciona Ariel Avilez en la nota contextual interior, hay dos intentos previos por parte del ilustrador en relación al personaje central, autoconclusivos que lo tienen como artista integral. Uno en 2012, dentro de la ya mencionada revista Comic.ar y otro una década después, para el número 14 de Historieta Revólver: Casa Abierta. Para esta tercera, definitiva, sumó a un viejo conocido para enriquecer el trasfondo argumental. Rafael Curci opta por un narrador en off que guía al lector por el relato en todo momento, algo similar a lo que ya hemos visto en Mikilo, de comprobada eficacia. Después, cabe destacar que la trama funciona, presentando varios buenos giros argumentales, machaca y humor, hasta alcanzar un final obviamente abierto.

Con respecto a la faz gráfica, resulta grato evidenciar una marcada evolución en los lápices de Coggiola. No hace mucho había ilustrado los tres últimos unitarios de Mikilo, serializados digitalmente a través de webcomicmutante, que pronto serán recopilados en un nuevo libro del ‘héroe que ya es leyenda’. Allí, ya se observaba un trazo más definido y estilizado en comparación con trabajos previos, que incorpora con muy buen criterio tramas mecánicas, incluso. Apoyándose mucho y bien en la técnica del difuminado, para gestar los diversos entornos-climas que el guión propone. Su desempeño en esta ocasión es correcto al retratar las sucesivas secuencias de acción, yendo de la mano con un logrado diseño de personajes. Todo al servicio de la historia.

Pasando en limpio, ‘El Coleccionista’ supone un interesante viaje por los siempre rendidores senderos de la aventura. De corte clásico y adulta. Quienes disfruten de este menú, no van a verse decepcionados.